miércoles, 30 de noviembre de 2011

Google, 'Los Cinco' y Mr Hyde

La página de inicio del portátil mostraba esta mañana a unos niños pintando un logo en una valla. Pantalones remangados, chalecos, tirantes y sombreros de paja –además de la ya mencionada valla- presentaban una escena que trasladaba obligatoriamente a otro lugar  y otra época; aunque el boceto representado ofreciera una imagen futurista en contraste con el escenario del que parecían disfrutar los dos niños.
 Curioseando el motivo de este ‘doodle’, que abarcaba el ancho de la portada del buscador, descubrió que se trataba de un homenaje a Mark Twain, escritor y periodista norteamericano y autor de, entre otras obras, ‘Las aventuras de Tom Sawyer’, ‘Huckleberry Finn’ –historias con el río Mississipi como protagonista-,‘Un americano en la corte del rey Arturo’ o ‘Príncipe y Mendigo’.
‘Tom Sawyer’ le llevó a recordar sus primeros libros. Julio Verne y los viajes de punta a punta de la imaginación, de la luna  al centro de la tierra, al capitán Nemo y al doctor Linderbrock; las historietas de Emilio Salgari, Malasia, el Caribe y Sandokán; Enid Blyton y ‘Los Cinco’ –Jorgina, Julian, Dick, Ana y Tim, el perro de Jorgina-, también estaban ‘Los Hollister’ pero el siempre había sido más de ‘Los Cinco’ ¿Había alguien que fuera más de ‘Los Hollister’?
Tamibén recordó la primera lectura con la que pasó miedo ‘El extraño caso del doctor Jekil y Mr Hyde’ y lo mucho que le costaba dormirse cada noche después de leer un capítulo y, al mismo tiempo, la atracción que cada línea ejercía para impedirle dejarlo. Después llegaron Allan Poe y Conan Doyle y la sensación de no poder abandonar aquellas historias continuó.
 La semana pasada se celebró el ‘Día del Librero’ y después de escuchar a diversas personas hablar sobre sus librerías favoritas y de los libreros que son capaces de recomendarte una lectura porque conocen tus gustos imaginó que todas esas historias que leyó hace un montón de años aún seguirán por ahí.
Recordó también a una amiga que ya desde pequeña leía a Dostoievski, pero eso quizá es otra historia diferente.
* Por cierto, me gustan las películas de Guy Richie... no son obras de arte, pero...

viernes, 25 de noviembre de 2011

Gatea, anda y después corre

Esa es la idea. Gatea, anda y después correr. El domingo a las nueve de la mañana trataremos –mi amigo Dani y yo…, bueno y otras 3.000 personas- de terminar el maratón de San Sebastián. La frase que da título a esto pequeño ‘post’ me ha parecido apropiada, ya que por mucho que hayas entrenado siempre que se acerca la hora de afrontar el reto de los 42 kilómetros la idea que más veces me viene a la cabeza es la de respeto. Así que la secuencia/metáfora ‘gatea, anda y después corre’ -la frase da comienzo a uno de los capítulo de 'The Wire'- me parece inmejorable para ir progresando por las calles de San Sebastián.
Bueno a la idea de respeto también se suman como siempre –conforme se acerca el domingo- sensaciones imaginarias de dolor en la pierna, en la espalda, toses y otros males, que curiosamente ayer no tenía. Siempre es igual.
Estoy seguro de que también como siempre vamos a sufrir y a disfrutar.
Quizás estamos un poco locos; así que añado un vídeo que tal vez sirve de explicación. Por cierto, como la secuencia de la frase se de la vuelta... malo...

jueves, 24 de noviembre de 2011

Chirimiri y 'Queen'

No sabía a ciencia cierta cuál era el motivo pero le encantaba correr bajo un ligero chirimiri. Le pasó el martes a mediodía. Con las zapatillas ya puestas y nada más poner un pie en la plazoleta que hay frente al edificio en el que vive cayeron las primeras gotas. ¿Y si me pongo como una sopa?, pensó. Unas cuentas zancadas y parecía que el cielo no se rompería del todo. Así fue. Durante una horita estuvo acompañado de una fina capa de lluvia, que por alguna extraña causa le resultó agradable. Se lo pasó bien.
Al terminar tenía la certeza de que hay días en los que sales a correr con especiales buenas sensaciones. El martes era un día de esos. Con el ipod sin batería tiró de radio y la selección musical que pincharon, lejos de alterarle el ánimo, también puso su granito de arena en incentivar un buen ritmo. Es cierto que hubo un poco de todo, pero la compañía no estuvo nada mal: Bon Jovi, Fito, Eric Clapton, Status Quo, Blur, Depeche Mode, Robert Palmer, U2  o Meat Loaf.
La última canción, cuando ya regresaba a casa fue ‘The show must go on’ y el locutor acompaño sus últimos de compases con el recordatorio de que el jueves se cumplían 20 años del fallecimiento de Fredy Mercury. Fue entonces cuando le vino a la cabeza una curiosa idea, una pequeña coincidencia: Bilbao, el chirimiri y la noticia de la muerte de Mercury.
Cuatro años de universidad bajo el cielo chispeante de Bilbo le convencieron de que el fino goteo no acaba con nadie. Fue también en Bilbo mientras jugaba una partida de mus tras la cena con los compañeros de la uni, cuando  se enteraron de la muerte del líder de Queen. Su música les gustaba a todos, así que no se lo pensaron. Por una noche renunciaron a grandes, pequeñas, órdagos o pares y fueron a rendirle homenaje a uno de los mejores músicos de la historia brindando con unas copas.
En cada bar pidieron ‘A kind of magic’, ‘One Vission’, ‘Friends will be friends’, ‘Bohemian Rhapsody’, ‘Another one bits the dust’, ‘We will rock you’ y por supuesto ‘Who wants t live forever’. También ese día se lo pasó bien.
Así que rememorando pequeñas coincidencias pensó que dentro de uno días estaría bien escuchar ‘Don´t stop me now’, aunque la letra no tengan mucho que ver, o ‘We are the champions’, aunque no fuera a ganar nada.

martes, 22 de noviembre de 2011

Ahora ya saben cómo se hace

 La imagen vuelca un tono rojizo. Supongo que la propia luz de la cámara fija mezclada con el reflejo de las farolas de la plaza crea un filtro sobre la oscuridad de la noche en El Cairo. Así se observa a través de la televisión; del 'canal 24 horas'.
En el centro del cuadro se puede contemplar cómo miles de personas ocupan la plaza; desde las calles aledañas, a través de un boulevard arbolado, numerosos grupos de egipcios caminan hacia la concentración. No parecen tener miedo y es extraño ya que hace tan sólo unas horas el ejército y la policía les ha regalado una mañana de ‘palos’, pelotas de goma, gases de todo tipo y munición real.
La conexión con la plaza Tahir se interrumpe y un portavoz militar con pinta de personaje de Star Treck y físicamente descentrado en la mesa que usa de atril anuncia que ceden, que aceptan un gobierno de salvación nacional, celebrar elecciones presidenciales y entregar el poder antes del mes de julio –lo que le cuesta a la gente dejar el poder y eso que sólo lo han saboreado unos meses-. Bueno, lo de entregar el poder lo condicionan a que se apruebe en un referéndum.
La mirada de la gente que se dirige hacia Tahir no parece creérselo; se la jugaron en primavera y ya no van a aceptar más trampas. No se fían. Normal, el tipo de la declaración televisiva era uno de los responsable de asegurar el proceso de transición y desde el sábado han muerto 20 personas y cerca de dos mil están heridas por el terrible delito de manifestar su desencanto con el desvío que está cogiendo el camino que debería llevarles a la democracia. Represión.
 Algunas fotografías muestran a militares subidos sobre los tanques en un talante que parece revelar que se niegan a enfrentarse a los ciudadanos. El gentío les aclama. Todo es muy extraño y las informaciones contradictorias. Las imágenes en cambio son claras. Hay miles de personas en Tahir. Quizá arriesgaron todo en primavera para echar a un dictador que parecía perpetuo y ahora ya saben cómo se hace.
Fotos. elpais.com y elmundo.es

lunes, 21 de noviembre de 2011

Entre 'No Surrender' y 'Born to run'

 En cada uno de los maratones que he hecho he tratado de hacer coincidir la llegada a meta con la reproducción en el Ipod de ‘Born to Run’, la canción de Bruce Springsteen. Ya sé que la letra nada tiene que ver con el deporte de correr, pero me gusta el Boss y no se puede negar que la coincidencia tiene su gracia.
Lo cierto es que nunca ha sido posible. Lo que confirma una vez más que yo y los aparatitos estamos bastante reñidos. Hoy lunes, queda una semana para el maratón de San Sebastián y esta vez me temo que tampoco lo conseguiré. Es cierto que existe la posibilidad de cargar sólo ese tema y tratar así de asegurarme el éxito, pero casi cuatro horas escuchando la misma canción acrecienta las posibilidades de que al llegar a meta no me apetezca… ni oírla empezar por mucho que sea de Springsteen.
 Así que me limitaré a tirar de ‘mantra’ y cuando empiece a estar para el arrastre tararearé mentalmente ‘No Surrender’, que ésta siempre me ha echado una mano allá por el kilómetro 30… el pasado abril en Madrid más que una mano.
Será coincidencia pero al comienzo de esta semana, cuando empiezo a pensar prácticamente en San Sebastián, en un huequecito entre informaciones sobre mareas azules que vienen y resacas rojas -¿rojas?- que se van, he leído que Bruce Springsteen y ‘The E Street Band’ volverán a tocar por estos lares el año que viene. Es una buena noticia.
Es cierto que el artículo estaba plagado de quizás, pero no deja de ser ilusionante tener la expectativa de volver a asistir al concierto en el que mejor me lo he pasado. Fue una verdadera fiesta; una especie de gran verbena en la que era imposible no disfrutar; no bailar y no reírte, y encima todo acompañado de buena música durante tres horas. Fue en Valladorlid, en agosto de 2009; una gozada. No estará The Big Man pero aún así es una buena noticia.
Bueno me voy a repasar la letra de ‘No Surrender’ por si acaso el domingo me fallan las fuerzas. http://youtu.be/WXsR9ANcAQg

jueves, 17 de noviembre de 2011

El tiempo pasa más despacio en los relojes grandes

El tiempo pasa más despacio en los relojes grandes. Las cosas siguen igual, inamovibles. Nadie hace nada por cambiarlas y yo tampoco estoy por la labor. A veces creo que todo es una puta mentira. Que nadie existe. Todos son sombras. Unas simpáticas y otras horribles y extrañas, capaces de atemorizarte e impedirme sonreír o llorar. Te congelan. Luego alguien te dice que debes mantener vivos tus valores, que debes creer en algo y aspirar a ser alguien en la vida. La primera vez te lo crees y comienzas a soñar.

Durante unos años -en el mejor de los casos- lo consigues y todo parece estar a punto de cumplirse, luego caes de la nube, sufres un terrible bajón que te deja inmovilizado y comienzas a odiar al hacedor de consejos. Te das cuenta de que ha mentido y de que tus valores han sido devorados por sus intereses y también te odias a ti, y encima el reloj no deja que el tiempo corra más deprisa.

Inicias un recorrido por el pasado. Recuerdas días en los que todo se cumplía según los planes, lo que en parte los convertía en días aburridos. Todo salía según lo previsto y no veías el peligro por ningún lado. Después, un buen día, algo se tuerce. Una insignificancia, pero no sale según la idea original y toda la estrategia comienza a derrumbarse. Alguien, un nuevo fabricante de consejos, te dirá que te has hecho adulto y que ya está bien de soñar. Ante la imposibilidad de romperle la cara de un puñetazo, sus palabras te harán pensar y te enrabietarás. Tal vez ya no sueñes, aunque el tiempo continuará sin acelerar. Tal vez la solución esté en cambiar de reloj.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Puestos a elegir: ¿ET o Mars Attack?

 Un columnista y economista del periódico The New York Times, (Paul Krugman, admito mi ignorancia, no lo conocía), bromeó el otro día en un debate televiso sobre la crisis con la necesidad de una invasión alienígena en Estados Unidos –no sé que GPS utilizan, pero los marcianos siempre aterrizan en USA- para, tal y como sucedió en la Segunda Guerra Mundial, conseguir salir de la Gran Depresión que asola la economía mundial. Hablaba, si lo entendí bien, de algo así como “acumulación en defensa”.
 El tal Krugman aseguraba que no era necesario que la nave nodriza marciana se posara sobre el sky line de Nueva York y que miles de pequeñas unidades invasoras recorrieran el globo terráqueo colonizándonos. No, para Krugman basta con lanzar la falsa noticia; siempre recordando que estaba bromeando. Supongo.
Digo, que supongo que estaba bromeando. En algún sitio leí el otro día que, por ejemplo, cuando después de soltar alguna frase lapidaria añadimos el tradicional “es broma”, lo más seguro que algo de verdad acompañara a la sentencia. Vamos que hay gente que siempre tiene la misma solución para todos los problemas.
  En todo caso y ante la falta de debates que hay en esta campaña electoral. Puesto a tener que elegir ¿Qué tipo de invasión extraterrestres preferimos? (Cojo como referencia películas, ya que tengo que reconocer que conscientemente no he tenido contacto con alienígenas… aunque tengo algunas dudas)


      - estilo ‘ET el extraterrestre’.
-          Mars Attack’. La música, aunque sea la de Tom Jones, nos libra de los invasores.
-         ‘La guerra de los mundos’; invasores implacables, que se rinden ante nuestros virus y bacterias.
-         ‘La invasión de los ladrones de cuerpos’. Una invasión extraterrestre que reemplaza la raza humana con copias idénticas carentes de cualquier tipo de sentimientos. Un invasión silenciosa e invisible.
-          ‘Independence Day’.  Los extraterrestres quieren hacerse con el planeta.
-          ‘District 9’. En esta película compartimos plantea con los extraterrestres e incluso tenemos a los marcianos recluidos en un campamento social viviendo en el miseria.
-          ‘V’. ¿Una colonización pacífica?
-          ‘Los Hombres de Negro’. Agentes especiales luchando contra los marcianos que no se integran.
- La Cosa’. Aquí no hacen falta ni naves espaciales para llegar a la tierra.

lunes, 14 de noviembre de 2011

El fin de la crisis, Wells y mi guerra de los mundos

El viernes pasado viví mi propia guerra de los mundos. Después de cenar y ver un par de episodios de ‘The Walking Dead’ cambié de canal para ver La2 Noticias. Conecté el segundo canal público justo cuando Mara Torres hablaba de una “decisión sin precedentes de la banca mundial” y de la posibilidad de que “estemos viviendo las horas decisivas en la salida de la crisis”. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde he estado todo este rato?
 Poco a poco, los detalles de la noticia se ampliaban. “Los principales bancos mundiales van a poner sus beneficios de los últimos diez años en manos de los gobiernos”. ¿Cómo? Las imágenes de concentraciones masivas en plazas de New York, Paris, Madrid estaban acompañadas del titular: “Han cedido a la presión de la calle”.
Me repetía, y yo dónde estaba. Así que acudí a la prensa digital y… nada, ni una línea, ni un triste comentario de un “pobre” banquero prejubilado.
 Mara Torres continuaba. Ahora, con conexiones con los corresponsales en Nueva York y Berlín, que aseguraban que “la medida ha estado coordinada con la banca europea y que, por ejemplo, la decisión posibilitaba abonar la deuda norteamericana y retomar las políticas sociales emprendidas por Obama, como la reforma de la sanidad pública”. Del mismo modo, apuntaban que “a través de esta operación los gobiernos abonarían parte de las hipoteca que las familias no pueden costear”.
Ante la falta de noticias en otros medios yo empezaba a sospechar. Vale que Telecinco no interrumpa su programación, pero que no lo haga ninguna otra televisión.
Pero La2 Noticias continuaba con sus conexiones. Regresaba a la calle donde los indignados hablaban de “victoria, de un día maravilloso, y de meses acampados esperando una noticia así”.
De nuevo los corresponsables intervenían para explicar que a falta de detalles más concretos de las cifras de la operación, podían adelantar que "el acuerdo se alcanzó en la reciente reunión del G20”.
Después, aparecieron en pantalla Mara Torres y Pep Gatel, de ‘La Fura’ -el director del montaje que desarrollaron durante 'La Ciudad Inventada', en Logroño-, y recordé que en la nueva temporada, todos los viernes, La2 Noticias le cede a un personaje ajeno al periodismo la dirección del informativo. 
 Así que en tan sólo un instante, los generosos banqueros mundiales se transformaron en extraterrestres invasores.
La historia es conocida. En 1938, Orson Welles,el Teatro Mercurio y la CBS, adaptaron el clásico La guerra de los mundos, novela de ciencia ficción de H.G. Wells, a un guion de radio. Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey, donde supuestamente estaban sucediendo los hechos. La comisaría de policía y las redacciones de noticias estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques de los marcianos. Al día siguiente saltaron protestas exigiendo responsabilidades.

Pero...¿Responsabilidades por la crisis?


Enlace al informativo del viernes de La2 Noticias.



jueves, 10 de noviembre de 2011

Tintín, el periodista que vive bien

 No he ido a ver la película basada en el cómic de Tintín; reconozco que me apetece aunque presiento que no me va gustar del todo. No tengo claro que la tecnología que transforma a las personas en dibujos vaya a encajar con la imagen que ya tengo de sus andanzas.  Siempre he disfrutado de las aventuras de Tintín y de pequeño –cuando estaba en EGB, eso ya ni existe desde hace tiempo- me los leí todos. Me los dejaba un amigo del colegio y devoré todas y cada una de las peripecias del joven reportero, de su perro y del capitán

No soy ningún experto en cómics, pero si regreso a la entrada en el blog de hace unos días sobre los debates interesantes y divertidos podría plantear la elección entre Tintín y Asterix; y aunque también me gusta el irreductible galo, en el caso de tener que elegir, me quedaría con el ‘gacetillero’.
Para un periodista, Tintín es el reportero ideal. Siempre le ‘caen’ temas interesantes; noticias que resultan emocionantes de cubrir, puede viajar, y, encima no le meten prisa para tenerlos terminados y listos para publicar –con lo cual tiene tiempo de dejarlos bien pulidos-; es más, no recuerdo, si en alguna de sus aventuras llega a publicar algo (Si alguien lo sabe se agradecerá el dato). Vamos, como en la vida real para cualquier periodista de los que conozco.
Quizá, la lectura tan temprana de las aventuras de Tintín me inclinara a estudiar periodismo. No lo sé; algo ayudarían. (Cuidado con dejar algo tan peligroso al alcance de los niños; recuerden que la profesión está muy mal).  
 Hace unos años decidí comprarme mis favoritos. Así que tengo en casa: ‘Stock de Coque’, ‘El Asunto Tornasol’, ‘El Cetro de Ottokar’, y ‘La isla Negra’. Hoy les voy a volver a echar un ojo; antes de ver la peli. Está bien reencontrarse con Milú, el profesor Tornasol, Hernández y Fernández, la Castafiore, Adallad, Nestor, el capitán Allan o el general Alcazar... y con un periodista que vive muy bien.
(La primera imagen es de Roy Lichtenstein).

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Lichenstein, mi padre y una idea

Como ‘Vicky el vikingo’ hoy he tenido un idea maravillosa. No he saltado juntado los pies, pero casi. Todo ha surgido a raíz de una noticia que he leído esta mañana: “Una obra de Roy Lichtenstein, vendida por 43,2 millones de dólares”. La obra se denomina ‘I can see the whole room and there's nobody in it!’.
Bueno, el caso es que yo en casa tengo tres. Roy Lichtenstein es mi pintor favorito. La verdad es que no sé muy bien el motivo, pero me gusta. Obviamente, mis posesiones no son originales. Soy periodista y no me apellido Murdoch -no soy pariente del magnate, siquiera del miembro del equipo A-, así que difícilmente puedo tener algo que cueste 43,2 millones de dólares en mi casa. Pero en cambio, tengo un padre al que le gusta pintar y lo hace muy bien; así que por todo el morro tengo en mi casa tres Lichtensteins. Y quitado que no los pintó Roy no tienen nada que envidiar. A mi padre no le gusta mucho el arte pop, pero a petición de su hijo tuvo que aceptar y pintar las tres reproducciones.
El caso es que tras escuchar la noticia de la venta en la casa de subastas Christie's de Nueva York, he pensado –ya sé que la idea si que es un poco de Murdoch el del equipo A; bueno y del otro también- que igual yo también podría subastar mis lichtensteins… igual 40 millones de dólares no saco, pero algo para campear estos tiempos...
El problema es que a mi padre no le gusta Lichtentein y prefiere pintar otras cosas, así que la producción está muy limitada. Sólo era una idea. Bueno, dejo unas imágenes de algunos cuadros originales y otros de las reproducciones que tengo en casa… ya me diréis por cuál pujáis.

martes, 8 de noviembre de 2011

Renunciando al talento

Pues el debate de los candidatos no me gustó. Tengo la sensación de que los únicos contentos fueron los entrenadores. Fue como esos partidos de fútbol en los que prevalece la táctica frente al talento y la improvisación de los jugadores. Vamos, esos encuentros en que los entrenadores salen con una sonrisa de oreja a oreja y los espectadores bostezando. Puede, que cada uno lograra cumplir los objetivos de su partido, pero no tengo claro que los ciudadanos disfrutaran.
Los debates son algo diferente, son conversaciones o acciones que contraponen ideas o estilos opuestos o diversos, que ofrecen alternativas según tengamos en cuenta múltiples parámetros de juicio. No algo encorsetado por las reglas y los protagonistas. 

Utilizando un símil deportivo, es tener la opción de elegir entre la explosividad de Perico Delgado o la calculadora y consistencia de Miguel de Induraín. Es plantear la duda sobre quién es mejor Epi o Navarro y  valorar al mismo tiempo cómo se defendía a los tiradores en una época y otra (Youtube permite hacerlo); es, por ejemplo y aunque no entiendo ni papa de boxeo, decantarse por Mohamed Alí o por el recientemente fallecido Joe Frazie, tras el legendario combate que disputaron ambos el 8 de marzo de 1971 en el Madison Square Garden.

Un debate es preguntarse quién ha sido el mejor jugador de fútbol de la Historia ¿Pelé o Maradona? Aunque los que le vieron jugar no tengan dudas: fue Di Stéfano. También puede generar un debate proponer la difícil elección sobre la mejor pareja de rivales Lendl-McEnroe; Navratilova-Evert Lloyd; Agasi-Sampras o Federer-Nadal. Aquí no hay trampa ni cartón; en todos los casos se enfrentan jugadores y jugadoras con características absolutamente contrapuestas, que aúnan técnica, espectacularidad, el carácter ganador, valores como el esfuerzo, el respeto por el rival –aquí John cojea- la lucha por cada pelota, o el dominio de todos los aspectos del tenis. ¿Quiénes fueron los mejores? ¿Con quiénes disfrutamos más?

 El debate será igual de interesante si contraponemos a Jordan y Kobe, Senna y Prost, a los pioneros del milquinientos José Luis Gonzáles y José Manuel Abascal –o Coe, Cram y Ovett-; Karpov y Kasparov; o Lewis y Bolt. E igual pasa en la música, el cine o la literatura. Los Rolling o los Beatles; Almodovar o Amenabar; Quevedo y Góngora, por aludir, tan sólo, a dos que además no eran precisamente amigos.

Todos pueden ser comparados por su talento o su capacidad de sorprender; por eso es interesante y divertido el debate.

lunes, 7 de noviembre de 2011

LA ISLA



Quizá sea un irresponsable, pero en los últimos días la única noticia que me mantiene atento a los informativos, periódicos, emisoras de radio o prensa digital es si surge o no una nueva isla junto a El Hierro. Ya sé que hay casi cinco millones de parados y una campaña electoral en marcha en la que tropecientos partidos –aunque sólo dejan hablar a dos- aseguran tener la solución.

También me he enterado de que el Madrid metió siete a Osasuna y que el Athletic y el Barsa jugaron un partido espectacular bajo la lluvia; y tengo que reconocer que me tragué de principio a fin como un tío apellidado Mutai se convertía en el hombre que más rápido ha recorrido corriendo los 42 kilómetros y 195 metros que separan Staten Island de Central Park. Incluso he aplaudido al enterarme de las bajas publicitarias de La Noria, pero que de pronto emerja del fondo del mar una nueva isla me parece algo extraordinario.


Tal vez sea algo natural y de lo más normal para los geólogos y científicos cuando se producen fenómenos volcánicos de estas características, pero para mi estas apariciones sólo pasan en la ficción. Ahí sí, cuando se estrella un avión y durante seis años te sientas todos los lunes frente al televisor y tratas de descubrir si los supervivientes del vuelo ‘815 de Oceanic’ realmente lo son o no, entonces si ves normal que las islas se muevan, aparezcan y desaparezcan. En la vida real me parece algo asombroso. Al parecer, no sería la primera vez que asistimos al nacimiento de una isla desde las profundidades del océano. Por lo visto, hace tan sólo unos meses a 32 kilómetros de Islandia nació un nuevo pequeño islote y por allí no se ha oído hablar de la Iniciativa Dharma, ni del humo negro, ni de ningún otro personaje de ‘Perdidos’.

Hace unos minutos he escuchado a un experto asegurar que la posibilidad de que surja la nueva isla existe, pero que es remota. Por si acaso me vuelvo al canal 24 horas por si dicen algo; no quiero perdérmelo. ¿Y si al final entiendo el significado de las seis temporadas de la serie?