miércoles, 28 de marzo de 2012

Sospechosos habituales


Óscar Sánchez ya está en libertad. Ha regresado a su casa en Montcat y a su trabajo de lavacoches. Óscar ha pasado dos años recluido en una prisión italiana. Lo confundieron con un narco. Le acusaban de ser, nada menos, que el organizador de una red de tráfico de hachís.

Al parecer la pista que puso en marcha su detención fue su DNI. El Documento Nacional de Identidad de Óscar Sánchez fue encontrado por la Policía Italiana en un hotel donde se hospedó el traficante. La solicitud de extradición de la Justicia italiana fue aprobada por España y Óscar cambió su domicilio a unos kilómetros de Barcelona por dos añitos a la sombra, que dirían Mortadelo y Filemón.

Por fin, Óscar ha logrado demostrar su inocencia, basada en la sustracción del DNI. Después de ver en televisión el corte de mangas que le dedica a la Justicia Italiana su inocencia no puede cuestionarse.

En las mismas imágenes, Óscar sale de la prisión con un andar peculiar y la memoria me ha jugado una de las suyas. De repente he visto a Kevin Spacey interpretando el doble papel del capo, Keyser Soze, y del informador de la Policía, Roger Klint. La película se llama ‘Sospechosos habituales’ y la pena es que gracias a su espectacular final sólo se puede ver una vez.

Sería irónico que Óscar hubiera conseguido dársela con queso a los polis italianos al estilo de Keyser Soze; hablándoles de lugares, fechas, actividades y coartadas en una lección magistral de improvisación sustentada en los datos que encontrara a primera vista frente a él.

Pero aún más irónico es que un inocente –sobre el que no tienen más prueba que un DNI sustraído- pase dos años en la cárcel acusado de organizar una red de narcotráfico y dos países que presumen de su Justicia lo permitan. Aunque claro, en uno de ellos se han pasado la democracia por el arco del triunfo para elegir sustituto para el presidente que les avergonzaba y en el otro, pues eso, condenan a jueces por investigar a los malos e invalidan procesos contra el dopaje, en los que se ha pillado a la peña con las manos en la EPO. Sospechosos habituales.

Espero qué Óscar tenga razón y que como dijo al llegar a su casa: “Después de lo que me han hecho pasar me tienen que dar algo”. Ya veremos.

lunes, 26 de marzo de 2012

Las comidas de mamá (10) Espuma de Naranja


Dos de los blogs que sigo y con los que más disfruto son ‘El Comidista’ y ‘Quinta temporada’. El primero tiene la gastronomía como principal protagonista, aunque Mikel López Iturriaga –hermano del palomero- es capaz de relacionar la comida ya sea “alta, casera o viejuna”, como define el con cualquier instante de la actualidad política, cultural, social e incluso deportiva.

Por su parte, ‘Quinta temporada’ es la referencia en materia de series de televisión. Lo descubrí cuando estaba enganchado a ‘Perdidos’ y siguiéndolo he descubierto infinidad de historias relacionadas con las películas de 50 minutos.
Casualmente, Estos dos blogs han intercambiado en sus últimas entradas a sus escritores; así Mikel López Iturriaga se introducido en el mundo de las series y los creadores de ‘Quinta temporada’ han navegado por la gastronomía. ¿El resultado? Estos dos post: ‘Series que abren el apetito’, en ‘El Comidista’ (http://blogs.elpais.com/el-comidista/2012/03/series-comida.html) y ‘Un menú para Mad Men’, en ‘Quinta temporada’ (http://blogs.elpais.com/quinta-temporada/2012/03/menu-comida-mad-men.html).

El postre de hoy en ‘Las comidas de mamá’ también es de película.

Espuma de naranja:

Ingredientes: Mermelada de naranja, 3 naranjas, 2 limas, 2 vasos de nata, 120 gramos de azúcar, 7 gramos de cuajada en polvo y 1 vaso de agua.
1.- Se mezcla: zumo de naranja, zumo de lima, con 70 gramos de azúcar y 7 gramos de cuajada en polvo y 1 vaso de agua. Se cuece todo durante 8 minutos.
2.- Los dos vasos de nata con 50 gramos de azúcar se bate hasta montar.
3.- Cuando el zumo –tras cocer- está ya frío se mezcla, poco a poco, con la nata. Hasta obtener la espuma de naranja.
4.- Se coloca una base de mermelada y luego se llena el recipiente con la espuma de naranja.
5.- Se decora con la ralladura de la naranja y la lima.

PD: (La cocinera quiere que quede claro que escuchó la receta en un programa de tve)

domingo, 18 de marzo de 2012

Las comidas de mamá (9) Ternera guisada


Las jam session ya no son exclusivas de talentosos músicos de jazz. Hace unas semanas se celebró en Madrid una jornada de improvisación entre cocineros. No he logrado constatar si los restauradores que tomaron parte habían vendido su alma al diablo o no, tal y como hacían los bluesman en Nueva Orleans a cambio de virtuosismo musical.

La leyenda dice que Robert Johnson vendió su alma al diablo en el cruce de lo que entonces eran dos caminos y hoy  la intersección entre la autopista 61 y la carretera 49, a la altura de la localidad de Clarksdale (Missipi), a cambio de tocar blues mejor que nadie. Hasta entonces era un guitarrista mediocre.

Johnson esperó en el cruce de caminos hasta la media noche, acompañado tan sólo por su guitarra. El diablo recogió el instrumento y al devolvérselo le indicó que sólo tenía que deslizar la mano por su mástil para interpretar el mejor blues de la historia.

En Madrid, los cocineros recibían cestas cerradas en las que desconocían que productos encontrarían y con los que tuvieron que sacar a relucir su talento culinario. Las crónicas hablan de auténticas maravillas; algunos platos especialmente divertidos y otros calificados de creaciones a incluir directamente en las mejores cartas. Se desconoce si alguno de los participantes pasó la noche en la M-30 a la espera de que Lucifer le concediera el don de la restauración infalible.

La única improvisación a la que he asistido últimamente ha sido a la de mis sobrinos cantando los temas de ‘Mazinger Z’ y ‘Comando G’, que alguien les ha recuperado más de treinta años después. ¡Qué buenos eran! La carne de ternera guisada no fue ninguna improvisación, de eso estoy seguro.

Carne de ternera guisada:
-         - Trocear la carne.
-         - Los trozos de carne se mojan en harina y se marcan en la sartén –dorar un poquito por ambos lados.
-          - La carné se pasa a la olla, se le añade ajo, cebolla, una hoja de laurel y vino blanco. (20 minutos).
-          - Mientras se prepara la salsa. Se corta ajo, cebolla, puerro, pimiento verde, rojo y amarillo y tomate. Se fríe todo.
-          - Cuando está casi frito se añade caldo de carne.
-        - Pasados los veinte minutos se saca la carne de la olla y se añade a la salsa y se mantiene en la sartén durante cinco minutos.
(Si se prefiere, la salsa puede pasarse por la batidora).

sábado, 17 de marzo de 2012

Noches en 'El Submarino'


En mi pandilla ‘El Submarino’ era una especie de ‘Central Perk’ de madrugada. Un local que a fuerza de pasárnoslo bien convertimos en mítico. Allí pasamos muchas horas durante muchas noches. En ‘El Submarino’ no tocaban grupos de leyenda, siquiera prometedores; pero Álvaro y Mateo pinchaban música divertida. Buena música arriba, siempre en el piso superior; siempre diferente a la que sonaba en la planta baja.

Lo cierto es que la pregunta "¿abajo o arriba?" siempre se repetía, aunque todos sabíamos de antemano que, por supuesto, era arriba -siempre arriba-, donde la música era distinta a la que se escuchaba en cualquier otro bar. La pregunta formaba parte del juego; era una especie de contraseña de aquellas noches de fin de semana.

Recuerdo que la escalera –que quería ser de caracol- marcaba la diferencia; sabías que en el momento que empezabas a subir los escalones la noche se trasformaba y, al mismo tiempo, se alargaba. También eras consciente de que a aquella escalera no le gustaba que la gente abandonara el local y no era extraño que sus peldaños pusieran alguna que otra zancadilla a quienes cambiaban de garito. Yo lo vi.

Ente risas, copas, miradas y vaciles, y algunos extraños bailes de cuya protagonista no hablaré, pasamos una buena época. Recuerdo incluso, que en el piso superior de ‘El Submarino’, sucedieron episodios de realismo mágico, que bien hubiera firmado García Márquez y que tampoco son cuestión de abordar en este blog.

No recuerdo si las copas las servían especialmente bien –seguro que después las he tomado mejores-, pero la memoria me dice que fueron buenos momentos en buena compañía.

La memoria debe funcionar a chispazos. Hace unos días hablaba con un amigo sobre cómo ganarse la vida hoy en día, cuando todo parece ir mal y los que tienen que animar al personal pretenden dar pena con sus disfraces de agoreros. “Hay que montar un bar”, fue la conclusión a la que llegamos, mientras terminábamos unas cervezas. Igual sí…

PD: Hace años que no he vuelto por allí. Algo me dice que ‘El Submarino’ ya no es el mismo…

domingo, 11 de marzo de 2012

Las comidas de mamá (8). Arroz con carne


Cada uno protesta como quiere. En Avilés hay un comerciante que ha iniciado su lucha con la dieta china como arma. Dice que está hasta el gorro de los políticos. Habla de surrealismo, mediocridad e insensibilidad política. Para denunciar esta situación –está especialmente cabreado por la repetición de las elecciones autonómicas en Asturias- tiene pensado permanecer hasta el próximo día 25 en su establecimiento alimentándose de arroz, manzanas y agua. Pide que se vote en blanco como respuesta y asegura que no es “por ideología, sino por ciudadanía”.

Lo cierto que a este comerciante no le falta razón, pero en cuanto a su sistema de protesta tengo dudas. Supongo que se refiere a un arroz blanco sin acompañamiento alguno, porque si se trata de un arroz con carne como el que comí yo ayer, de reivindicativo nada de nada.... como no sea del talento de la cocinera.

Arroz con carne:

-          Cortar pimiento verde, rojo y amarillo; cebolla y puerro. Todo muy menudito.
-          El pimiento, la cebolla y el puerro se rehoga.
-          Se añade la carne de conejo y pollo.
-          Cuando la carne ha comenzado a dorarse se añade el arroz.
-          Se añade también caldo de pollo.
-          Veinte minutos y a la mesa.

viernes, 9 de marzo de 2012

Informático en Mónaco mon amour


No lo podemos negar. La idea que tenemos del informático –especialmente de la persona encargada de resolver problemas en los ordenadores y sistemas de las empresas- es la de un individuo introvertido, que viste ropa de otra década -¡OJO!-, no retro o vintage… de otra época.  Por lo general nos los imaginamos con gafas –demasiadas horas ante la pantalla-, que provienen de una época anterior a la que ya marcaba su vestuario; que, por cierto, rara vez conjunta.

Parecen despistados o ausentes, pero lo cierto es que se encuentran en otro mundo aunque que esté en este. Ellos dicen que es su código fuente, su forma de estar en la tierra. Si alguien ha visto la serie de televisión ‘The big bang theory’ se hará una idea de la descripción.

Cuando inician la reparación de tu equipo –nunca ordenador- te someten a un interrogatorio implacable sobre el sistema, las herramientas, la memoria, software y hardware, seguridad y, sobre todo y más importante… ¿habías guardado antes de que se colgara? Cuando te solucionan el problema sabes que se resisten a soltar algo así como: “La informática es una carrera entre ingenieros tratando de hacer mejores programas resistentes a idiotas, y el universo haciendo más y más grandes idiotas. Por ahora gana el universo”. Y aunque parecen Harry El Sucio 2.0… no les falta algo de razón.

Lo cierto es que un ordenador te ofrece más opciones para cagarla que cualquier otro objeto; quizá sólo superado a los sms de madrugada.

Exagero; sólo es un tópico. Un lugar común que el informático de la empresa Emersa –investigada por corrupción- se ha encargado de anular de golpe. Nada de despistado, siquiera introspectivo, el informático de Emersa era, según la Policía, un vivo y muy amigo de sus amigos; un tipo con los pies en el suelo y la cartera en un paraíso… fiscal. Al parecer, se encargaba de las compras de equipos informáticos para la empresa. Hasta ahí nada raro; salvo que adquirió cientos de ordenadores para una empresa en la que sólo trabajaban treinta empleados. Eso sí, con él difícilmente había averías, ya que renovaba los equipos cada año.

Estas operaciones –en las que parece hinchaba las facturas y se llevaba comisiones- le permitieron terminar de un plumazo con otro de las sambenitos de los informáticos. El tío se podía decir que iba a la  última en todo. Por ejemplo en materia inmobiliaria y de transporte. La Policía contabiliza  16 coches de lujo (llegó a tener ocho todoterrenos); cinco chalets (uno en Mónaco) y un yate privado.
Por supuesto en la empresa Emarsa no queda un euro; los agentes hablan de saqueo y de algún alcalde implicado. Para la treintena de empleados había comprado 400 monitores y 200 impresoras, que no fuera a ser por falta de infraestructura.

Me vienen a la memoria algunos informáticos que no entran del todo en el tópico, pero que al conocer esta noticia será difícil que no traduzcan al lenguaje binario su lamento... ¿y nosotros que hacemos en el mundo 2.0? Lo dicho, hay otros mundos, pero están en este... y el que no corre vuela.

domingo, 4 de marzo de 2012

Las comidas de mamá (7) Redondo de ternera con puré de patata y tropezones

Ayer sábado aprendí algo nuevo en el mundillo de los fogones. Todos utilizamos sal al cocinar; ya sea en grandes platos o incluso en los preparados congelados del súper. También puede ser que lleve años de retraso culinario, pero mi sorpresa fue ver cómo mi madre preparaba el redondo de ternera con escamas de sal marina. Tienen forma piramidal, se producen por evaporación mecánica y se utilizan, sobre todo, para incorporar en el último momento ya que aportan una textura crujiente y además un sabor más intenso. Las hay de diferentes tipos: naturales, ahumadas, con algas marinas, con pimentón, mediterráneas, orientales, con boletus, y con escamas negras.  Lo cierto es que el redondo estaba exquisito.



Redondo de ternera con puré de patata y tropezones:
  
  - El redondo de ternera se prepara a la plancha (al gusto de cada uno, poco hecho o al punto).

- - Cuando está casi preparado se le añaden las escamas de sal marina (en este caso de tipo ‘natural’).

- - Retirado el redondo, el jugo de la carne que ha quedado en la sartén se hierve con el objeto de que espese. Una vez espesado se rocía el redondo con el jugo.

- - Por otro lado se prepara el puré de patata y se le añaden nata, yema de huevo (sólo la yema), queso, jamón y chorizo.

- - Utilizando unos moldes cilíndricos (la forma queda a la imaginación de cada cuál), se coloca el puré con tropezones en los platos. Con el fin de que el puré no se pegue al molde se recomienda untarlo de aceite previamente.