Con un par de cervezas de por
medio, mi amigo Juanma y yo comentábamos las imágenes de la llegada de
Urdangarin a los juzgados. Periodistas los dos, analizábamos el traje de
padrino de boda, quizá para evocar eventos más felices; el coche de gama media,
quizá para acercarse al pueblo; o el paseíllo ‘no tengo nada de qué ocultarme’,
aunque el juez le hubiera dado permiso para llegar teletansportado hasta la Sala.
“De entrada –comentaba Juanma- el
sistema monárquico no me convence demasiado, pero hay que reconocer que, a
diferencia de otros momentos de la Historia, nos ha dado cierta estabilidad”. A
mi amigo le convence más la idea de la elección democrática de un presidente de
la República, aunque tampoco tiene claro por qué hace falta una institución más
(de más), cuando ya contamos con un presidente del Gobierno. Pero bueno,
puestos a elegir… pues eso, que coincidimos en que preferimos elegir. (A la segunda
cerveza ya llegamos a la conclusión de tampoco creemos que sea más barato).
Yo había aprovechado el fin de
semana para leer todas las noticia/resumen sobre la imputación de Iñaki
Urdangarin. Los dos diarios que repasé –los dos principales de tirada
nacional- eran bastante coincidentes en el relato de los hechos que han llevado
ante el juez al yerno del rey. Tras la
lectura tenía –y tengo- bastante claro que haber, algo hay… (si el juez te
comenta “para decir esto mejor no haber venido”… malo), pero bueno... ya
veremos.
Juanma había echado un vistazo a
las galerías de fotos de los mejores
momentos de la declaración de Urdangarin en los mismos diarios, pero en sus
ediciones digitales Le llamó la atención la gente que tras una bandera
republicana –sistema que insistía le convencía más- lanzaba huevos contra una
persona que, imputada por unos presuntos delitos, acudía a declarar al tribunal
de Justicia. “Es decir –se indignaba-, el sistema está funcionando. Me parecen
bien las manifestaciones en la calle reivindicativas o contra las injusticias,
lo que me plantea dudas es que las pocas veces que el sistema funciona ‘contra’ los poderosos se pretenda
alterar (o acelerar el proceso), en vez de dejar triunfar al sistema”.
A Juanma le preocupa que a los que lanzaban
huevos también les gusta más la idea de la república y eso… me preocupa también
a mi. No es la idea.
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