Las jam session ya no son exclusivas de talentosos músicos de jazz. Hace
unas semanas se celebró en Madrid una jornada de improvisación entre cocineros. No he logrado constatar si los
restauradores que tomaron parte habían vendido su alma al diablo o no, tal y como
hacían los bluesman en Nueva Orleans a cambio de virtuosismo musical.
La leyenda dice que Robert
Johnson vendió su alma al diablo en el cruce de lo que entonces
eran dos caminos y hoy la intersección entre la autopista 61 y la carretera 49, a
la altura de la localidad de Clarksdale (Missipi), a cambio de tocar blues
mejor que nadie. Hasta entonces era un guitarrista mediocre.
Johnson esperó en el cruce de
caminos hasta la media noche, acompañado tan sólo por su guitarra. El diablo
recogió el instrumento y al devolvérselo le indicó que sólo tenía que deslizar la mano por su
mástil para interpretar el mejor blues de la historia.
En Madrid, los cocineros recibían
cestas cerradas en las que desconocían que productos encontrarían y con los que
tuvieron que sacar a relucir su talento culinario. Las crónicas hablan de
auténticas maravillas; algunos platos especialmente divertidos y otros
calificados de creaciones a incluir
directamente en las mejores cartas. Se desconoce si alguno de los participantes pasó la noche en la M-30 a la espera de que Lucifer le concediera
el don de la restauración infalible.
La única improvisación a la que
he asistido últimamente ha sido a la de mis sobrinos cantando los temas de
‘Mazinger Z’ y ‘Comando G’, que alguien les ha recuperado más de treinta años
después. ¡Qué buenos eran! La carne de ternera guisada no
fue ninguna improvisación, de eso estoy seguro.
Carne de ternera guisada:
- - Trocear la carne.
- - Los trozos de carne se mojan en harina y se
marcan en la sartén –dorar un poquito por ambos lados.
- - La carné se pasa a la olla, se le añade ajo,
cebolla, una hoja de laurel y vino blanco. (20 minutos).
- - Mientras se prepara la salsa. Se corta ajo,
cebolla, puerro, pimiento verde, rojo y amarillo y tomate. Se fríe todo.
- - Cuando está casi frito se añade caldo de carne.
- - Pasados los veinte minutos se saca la carne de
la olla y se añade a la salsa y se mantiene en la sartén durante cinco minutos.
(Si se prefiere, la
salsa puede pasarse por la batidora).
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