Año 2015. Diciembre. Sentado en el butacón del Salón, frente al luminoso árbol, trataba de explicar a los dos pequeños que no hacía demasiado tiempo, la Navidad formaba parte de una ancestral tradición y que la tarea de traer los regalos que ahora realizaba un tipo gordito disfrazado de Coca Cola de litro y medio antes era responsabilidad de tres reyes magos de oriente.
No tenía nada contra Santa Claus; simplemente le resultaba lejano y extraño. No lo consideraba suyo. Su historia no estaba mal. Santa viajaba en un trineo volador tirado por renos y entraba por las chimeneas a las casas ¿Chimeneas? Más vale que Santa empiece a aprender otras técnicas de acceso a viviendas (puede empollarse los consejos de seguridad que a todas horas da Mario Picazzo en la tele). Bueno lo dicho, la historia de Santa no está mal, pero no tiene comparación con la de unos reyes que parten desde oriente siguiendo el camino que les marca una estrella. Los tres reyes magos se unen en el camino y reparten regalos a los niños. Esta historia sí que mola y además tiene una ventaja. Cuando los niños son mayores a los padres les gusta que les digan que son los reyes, pero no tanto que se parecen a Papá Noel.
Así, que allí estaba contándoles la historia de los reyes de oriente. Le había pasado algo similar en Halloween. No entendía nada. Como era posible que se hubiera perdido una tradición tan bonita como representar ‘Don Juan Tenorio’ en la festividad de Todos los Santos por el yanqui truco o trato.
El colmo había sido contemplar como las televisiones retransmitían cómo Mariano Rajoy se convertía en el primer presidente en indultar un pavo por la festividad de Acción de Gracias. No es que el pavo no esté bueno; pero fue curioso que por primera vez los mercados –los de alimentación- quedaran desabastecidos de la regordeta ave.
Por supuesto, al día siguiente continuamos con las ancestrales tradiciones… americanas y disfrutamos del black friday; ofertas y gangas en los comercios. Qué tampoco es que está mal, pero dónde está la propia imaginación.
Bueno es igual, por lo menos dentro de unas semanas podremos disfrutar de la superbowl española, antes conocida como el clásico. El Madrid y el Barsa se enfrentan en su lucha por el tercer puesto; la introducción del sistema del draft ha equiparado las competitividad de todos los equipos e igualado por fin la competición y ha hecho olvidar las ligas a la escocesa.
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