miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Cómo te haces de un equipo? El relato es esencial

Todo el mundo empieza a hablar del Madrid-Barsa. Supongo que dejándome llevar por la inercia me he preguntado si ganaremos esta vez. ¿Quiénes ganaremos? ¿Cómo me hice de un equipo? ¿Por qué de uno y no de otro? La casualidad quiso que ayer escuchara una tertulia en la radio en la que se preguntaban lo mismo ¿Por qué somos de un equipo?
Vaya por delante que soy del ‘madrid’; así que nadie se queje líneas más abajo de que no lo había advertido y que les he llevado engañados por caminos que no querían transitar.
Bueno, ¿Por qué soy merengón? Existen diversas teorías. La de mi padre es tajante: por llevarle la contraria; el es culé. La mía es diferente –aunque no excluyo del todo la suya. El primer partido de fútbol del que tengo recuerdo televisivo es una final de la Copa del Rey entre el Valencia y el Real Madrid. Creo que fue allá por el año 1979. Ganó el Valencia 2-0; dos tantos de Kempes. Los jugadores del Madrid se quedaron cabizbajos en el césped y a mi –era un crío de 7 años- me llegó el sentimiento de solidaridad con el perdedor (¡que bueno era de pequeño!).
Poco después, mi padre y uno de mis tíos –ambos del Barsa- veían en la tele un partido del Madrid en competición europea; les escuché decir algó así como: “Hay que reconocer que los del Madrid nunca se rinden”. Aún jugaba Pirri. La derrota ante el Valencia y ese valor ‘no rendirse’ me convencieron de que yo quería ser de ese equipo.
Yo no era consciente aún –desconocía la historia del Madrid- de que ese buen sentimiento de niño estaba premiado con la mayor colección de títulos nacionales e internacionales; pero bueno, esa es otra historia (repito, ¡que bueno era!).

A través de la radio escuché el relato de las remontadas europeas de mi equipo –porque ya era mi equipo- y me imaginaba cada jugada. Algo curioso ya que dudo que hubiera visto el Bernabeu ni en la tele. Luego llego la ‘Quinta del Buitre’; sobre todo Míchel… nadie centraba como él desde la banda. Ganaban y ganaban, aunque no consiguieron la Copa de Europa. Alguien dijo el otro día, tras la muerte de Sócrates, que lo importante no es ganar sino ser recordado.
Después fue el turno de Redondo y Raúl y el espíritu continuaba.
Y unos años más tarde la cartera sustituyó definitivamente al corazón. Ya sé que se juntaron enormes jugadores: Figo, Zidane, Ronaldo, Roberto Carlos, Beckam… y ganaron algunos títulos… pero nunca remontaban. Se rendían.
El relato ya no era interesante.
Volvió a ser apasionante unas temporadas después. Raúl, Vannistelroy, Casillas, Higuain. Dos ligas remontadas desde lejos para ganarlas en la última jornada. El 3-2 contra el Getafe fue inolvidable (tan sólo falto que la directiva expulsara para siempre a Pepe del equipo). Esas historias si merecía la pena contarlas.
Ahora tengo que reconocer que han recuperado ese carácter que no cede nunca, y también el esfuerzo y la entrega desde el primer minuto; pero falta algo…
Juanma López Iturriaga decía en la tertulia que escuché ayer que el relato es importante y que el Barsa cuenta las cosas mejor ahora. Es posible… desde luego, el relato de las remontadas era inmejorable.

1 comentario:

  1. yo del Madrid me quedo con esa final con la tele por la calle regreso de las oficinas de Kepos...
    aunque creo ser la unica persona a laque le caia mal Butragueño, (perdon) nada personal

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