Me gustan las películas de ciencia ficción en las que, a ser posible, no salen marcianos verdes disparando sus pistolas láser; láser ya se ha quedado un poco anticuado, ¿no? Bueno es igual. Hablo de ‘Doce Monos’, ‘Días Extraños’, ‘La Isla’, ‘Origen’, ‘Blade Runner’, ‘Gataca’, ‘2046’ o ‘El planeta de los simios’, por ejemplo. Con estas historias me lo paso realmente bien.
El viernes pasado hice un extraordinario descubrimiento cinematográfico que sumar a la colección; un nuevo subgénero dentro de la ciencia ficción. No tengo constancia de que cuente ya con una denominación específica. A lo largo del fin de semana, por más que he rebuscado en la red, no he encontrado ninguna otra similar. Igual de malas si…
Pues bien. La película en concreto habla de grandes bancos y grandes corporaciones y de sus dirigentes, de ‘broker’ en la bolsa de Nueva York y de antiguos bróker que acaban de cumplir condena por alguna de esas pequeñeces que lleva a algunos tipos a querer juntar más y más pasta sea como sea y de esas cosillas que luego –como ya sabemos- no afectan a nadie. La peli habla también de productos tóxicos –virus, infecciones y desastres nucleares son importantes en la ciencia ficción-, de hipotecas ‘suprime’, de índices, inversiones, desplomes y quiebras.
Hasta aquí puede parecer más un cuadro de hiperrealismo que una película de ciencia ficción. Pero en el párrafo anterior ya he dejado una pista: ¿un bróker que tras perpetrar una gran estafa sale de la cárcel? Desde cuándo bróker, banqueros, etc, van a la cárcel. La creatividad de director y guionista continúa en una tormenta de ideas revolucionarias. El director de uno de los grandes bancos que se encuentra en situación de quiebra se suicida al sentirse culpable; un bróker de buen corazón –al final se lleva a la chica- decide dedicar todas sus esfuerzos para destruir al banquero rival que les ha llevado a la quiebra; hace público sus argucias y fraudes y es descubierto y juzgado. El bróker que había salido de la cárcel al principio de la peli se vuelve más o menos bueno y ayuda al bróker joven (el que se lleva a la chica) a cumplir su sueño y le da cien millones de dólares para invertir en una nueva y novedosa energía renovable.
¿Es ciencia ficción o no? El argumento es conocido pero han conseguido darle un tratamiento especial. Directores de Cajas y Bancos que las llevan a la quiebra y se asignan sueldos multimillonarios de por vida. Corruptos que desaparecen. Agencias de valores que no dan una y siguen operando. Expertos economistas que son protagonistas por partida doble, provocaron las quiebras financieras y hoy son asesores de grandes presidentes de naciones. Esta es la realidad; la película de corte social, sin efectos especiales.
La peli es ‘Wall Street 2. El dinero nunca duerme’… es muy mala, no la veáis sino no os gusta mucho la ciencia ficción. No salen marcianos con pistolas láser, pero si muchos extraterrestres. (Ante la duda, ‘Inside Job’).
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