Las bolsas del 'carrefur'

 Estoy un poco cabreado. Y es que con los supermercados empieza a pasarme igual que con los bancos. Escucho las ofertas, las leo detenidamente hasta que ya no queda otro remedio que tomar una decisión y escoger uno de los productos. En ese momento, a pesar del tiempo dedicado al análisis pormenorizado, no tengo duda alguna de que me van a engañar.

Hasta hace tan sólo unos días estaba convencido de que en el tema del cobro por las bolsas de plástico había gato encerrado. No hay duda de que cuanto menos plástico usemos mejor para el medio ambiente. Incuestionable. Pero me creo menos que una cadena de supermercados llegue a concienciarse tanto y de repente por el medio natural. Pero bueno, aunque se trate de una fantástica estrategia de marketing, es innegable el daño del plástico a la naturaleza; es irrefutable. Por ese motivo y sumado a que el coste de las bolsas tampoco es demasiado elevado pues lo asumía y punto. Además, cuando la compra es importante bajo con la mochila, así que tampoco me afectaba tanto.

 Pero desde hace unos días todo ha cambiado. Ahora me cabrea enormemente pagar por las bolsas –no sé cuánto tiempo me durará-  y estoy convencido de que las cadenas de supermercados que cobran por las bolsas no sólo las consiguen a coste cero, sino que obtienen un beneficio con su repentina conversión ecologista.

¿Qué por qué he cambiado de opinión? Pues muy sencillo. Las bolsas por las que pagué, aunque sólo fuera unos céntimos, no aguantaron siquiera el camino desde ‘el súper’ hasta mi casa; no aguantaron ni doscientos metros. No aguantaron siquiera desde Avenida de La Rioja a La Rosaleda de El Espolón.

Lo que si consiguieron es que en parte se cumpliera el ‘slogan’ de alguna de estas cadenas de alimentación ‘precios por los suelos’; lo malo es que junto a la ‘pegata’ del precio también llegaron al suelo la fruta, los filetes de ternera, las galletas, los yogures y unas cuantas cosas más. Así que a partir de ahora para mi el pago por las bolsas de plástico es igual que las comisiones bancarias; algo que hasta hace poco era gratis y ahora nos cobran. Si alguien sugiere un ‘súper’ donde no las cobren agradecería el consejo.

 Aún veo las caras de los viandantes que contemplaron como las bolsas se rasgaban poco a poco dejando caer su contenido, mientras yo intentaba evitarlo cual malabarista fracasado. Se aguantaban la risa… los comprendo, yo hubiera hecho lo mismo… aguantarme la risa.